Luego de 25 horas de viaje desde Cartagena, Colombia, aterrice en una ciudad que desde el avión se veía intrigante, llena de montañas y mucha agua… y sobre todo llena de edificios.
Antes de seguir, es importante aclarar, que aunque Hong Kong queda en China, es un territorio totalmente diferente. Políticamente hablando, es considerado un territorio especial de la administración China. Históricamente hablando, es un territorio que fue colonia Británica durante 156 años. Económicamente hablando, utilizan su propia moneda llamada el dólar de Hong Kong. Legislativamente hablando, tienen sus propias leyes diferentes a las del resto de territorio chino, inclusive en términos de inmigración ya que no me solicitaron VISA para entrar, en cambio cuando fui a China si tuve que sacar visa. Culturalmente hablando, tienen su propia identidad, que se expresa a través de su propio idioma el Cantonés (que no es lo mismo que el mandarín o el chino que se habla en el resto del país. En pocas palabras, aunque Hong Kong queda localizado en China, en mi opinión y según lo que viví en esta ciudad y en otras ciudades de china como Beijing y Shanghái… es un contexto totalmente diferente.
La cultura de los Hong Kongneses me impresionó tanto que he decido compartir con ustedes 10 importantes lecciones que aprendí de ellos. Depende de donde seas, puede que alguno de los puntos que voy a mencionar te parezcan iguales a los de tu país. A mi me parecieron lecciones de vida, dignas de admirar, de aprender, y sobre todo de replicar. ¿Listos? Aquí vamos:
1. Más seguro, imposible.
Esta metrópolis con más de 8 millones de personas, tiene una de las tazas de crimen más bajas del mundo entero. Esto no es simplemente estadísticas, es algo que se siente en el ambiente. Varios días camine a las 11 de la noche saliendo del metro, sola, y quiero decirles que nunca me había sentido más segura.
En una de las aventuras utilizando el transporte público, iba con un amigo, el cual se dio cuenta que había dejado su billetera con dólares americanos y todos sus documentos en ella. Habían pasado aproximadamente 30 minutos desde que nos dimos cuenta que la billetera se había perdido. Apenas nos dimos cuenta que faltaba, nos dirigimos automáticamente al centro del transporte publico a donde devuelve las cosas perdidas. Adivinen… la billetera YA había sido devuelta (en 30 minutos) y además no hacia falta ni un dólar.
Según me cuentan mis amigos de HK, puedes deja tu celular en la mesa olvidado hasta por una semana, lo mas probable es que al volver el celular siga ahí, o lo hayan llevado a la administración para asegurarlo. No se ven ladrones, asaltos, robos, ni secuestros. En general me sentí 100% cómoda caminando por las calles con todas mis pertenencias y sin sentirme amenazada de ninguna manera ni por un segundo.
2. Ni se come, ni se toma en el metro
En grandes ciudades como Nueva York o Londres a las que he viajado antes, me he dado cuenta que la gente toma su café, agua o snacks en el metro. Luego de utilizar constantemente el metro de Hong Kong durante 12 días, vi una constante y es que NADIE tenía ni café, ni agua, ni gaseosa y mucho menos comida en el metro.
Le pregunte a mis amigos de HK si esto estaba prohibido o cual era la situación. Ellos me dijeron que no sabían si había una ley que prohibiera consumir bebidas y comida en el metro, pero que culturalmente se veía muy mal hacerlo. Es decir, que la normal principal que “prohíbe” tomar o comer en el metro es netamente cultural.
Como es de imaginarse, el metro esta impecable y relucientemente limpio a todas horas. No necesariamente porque lo limpien cada 5 minutos, sino porque cada habitante que lo usa lo cuida y se asegura de que permanezca así. Esto me transmitió el gran sentido de pertenencia que tiene en HK por su transporte público, que de hecho es muy ágil y extenso, conecta absolutamente toda la ciudad.
3. Los asientos de prioridad se respetan
Noté en múltiples ocasiones que las personas de la tercera edad o las personas con algún tipo de discapacidad son altamente respetadas en esta cultura. Hay muchos ejemplos que me ratificaron esto, pero uno muy puntual que me sorprendió es la situación con los asientos de prioridad en el metro. Aunque el metro este lleno o aunque el metro este total y absolutamente vacío NADIE que no sea considerado una persona que merece los asientos de prioridad se sienta en ellos.
Le pregunte a una amiga nativa de Hong Kong, que porque aunque no hubiera nadie de prioridad, las personas no se sentaba en los asientos. Ella me dijo que es como una norma cultural, y que si alguien se llega a sentar en los asientos de prioridad SIN ser de prioridad, la gente se burlarían de esa persona y hasta le harían fotos y videos para ridiculizarla.
Simplemente con ver que culturalmente las personas buscan la manera de ridiculizar a las personas que ocupan innecesariamente los asientos prioritarios en el tren, se puede observar la gran importancia que tiene para ellos el respeto por los mismos. Este es solo un ejemplo de la vida diaria donde se refleja el respeto en general que tienen por las personas de adultas y con algún tipo de discapacidad en esta sociedad… en mi opinión, digno de admirar.
4. Una tarjeta más importante que la de crédito
Apenas aterrice en Hong Kong lo primero que las personas que me recogieron me llevaron a hacer fue comprar la “Octopus” card. Me lo solicitaron con mucho afán, es decir, no podía irme del aeropuerto sin tenerla. Aparentemente parece una simple tarjeta para utilizar el metro, como la que encuentras en cualquier otra ciudad. Al pasar de los días, me di cuenta que han creado un sistema que integra la famosa Octopus card en muchísimas actividades del día a día.
Fui a una tienda a recargar mi celular con más dinero para tener internet y llamadas, y me dijeron que la ÚNICA forma que podía pagar además de efectivo era haciendo uso de mi Octopus card. Me pareció curioso, entonces empecé a notar con más detenimiento que no es un caso único, de hecho hay varios lugares que solo aceptan la Octopus card como método de pago.
Pensando en este método, me imagino los múltiples beneficios en términos de agilidad, organización y conveniencia que debe traer para la sociedad de Hong Kong. En una ciudad con mas de 7 millones de personas, cualquier cosa que agilice los procesos, debe ser de gran ayuda.
5. ¡Que vivan las filas!
Líneas, filas, colas, cualquiera que sea la palabra que se uses para describir la acción de esperar detrás otra persona tu turno para ser atendido, es realmente importante en la cultura Hongkonesa.
Uno de los estudiantes con quienes compartí durante mi estadía en esta ciudad me dijo que a las personas de HK le encantaba hacer filas. Inclusive me conto un chiste. Me dijo, que cuando su gente ve filas, se pone detrás a hacerla inclusive sin saber para que son. De manera jocosa, entendí automáticamente el mensaje y es que o te alineas o te alinean.
Es evidente que el orden por medio de las filas es lo que la gente espera en todos los espacios de la ciudad. Les daré dos ejemplos sencillos: 1) para entrar al metro, es decir al vagón que te corresponde tomar, DEBES alinearte y seguir la fila, aunque haya poca gente. Es importante especialmente al momento en el que llega el tren y se abren las puertas. Primero que todo las personas que salen de este deben salir (en fila) por la línea designada que está entre las dos puertas. Luego de que las personas han salido, entonces las personas que estaban esperando en línea (hacia los laterales de la puertas) pueden ingresar de manera ordenada y en la línea en la que estaban.
Por otro lado, una vez sales del metro, te encuentras con una avalancha de personas que también han salido de el. ¿Imaginas lo que pudiese pasar si tienes 100.000 personas y solo dos escaleras eléctricas… y el deseo apasionado de cada una de ellas de salir rápido? ¡Gracias a Dios por las filas! En esos precisos momentos entendí la importancia de ellas. Las personas DEBEN alinearse para tomar las escaleras eléctricas. Inclusive, deben alinearse hacia el lado derecho, que es el que usan las personas que planean en quedarse parados estáticos en las escaleras eléctricas. Las personas que planean caminar mientras están en las escaleras eléctricas deben alinearse hacia el lado izquierdo. Si planeas ir a Hong Kong, espero que leas esto para que no te pares en el lado izquierdo, si planeas no caminar en las escaleras… eso es como detener el trafico.
6. Cero desperdicio
Como todos sabemos, China es el país mas poblado del mundo. Hong Kong, no se queda atrás, definitivamente es una ciudad con muchísimas personas. Cuando tienes tanas personas que alimentar al mismo tiempo, la conciencia sobre los desperdicios de comida aumentan significativamente.
Todos los restaurantes que visité, tenían un cartelito que decía “No Foodwaste”, frase que traduce a “No Desperdicios”. De manera pública y consiente están creando una campaña para que las personas solo ordenen para comer lo que realmente van a utilizar. De tal forma que no tengan que desperdiciar comida innecesariamente.
Muchas personas se preguntan por que los chinos comen cosas tan “extrañas” o exóticas. Dialogando con algunos amigos locales, me explicaban que en su cultura se comen hasta la ultima parte de un animal, porque culturalmente la necesidad les enseño a eso.
Estoy seguro que muchos de los que me leen ahora tienen a la mano comida todos los días y no tienen necesidad de preocuparse porque esta falte algún día. Pero cuando vives en un país con mas de 1.3 BILLONES de personas, la cosa es diferente. Independientemente de que haya escasez o no, me encanto la conciencia por reducir los desperdicios y volver mas eficiente la cultura alimenticia de una ciudad.
7. ¡Camina rápido o quédate en tu casa!
Me considero una persona que camina mas rápido que el promedio de la gente. Por lo general siempre dejo atrás a las personas que van caminando junto a mi. Cuando llegue a Hong Kong y empecé a caminar por la calle, noté algo muy curioso, y es que no dejaba a nadie atrás. Entonces empecé a analizar, y habían dos opciones: a) me volví lenta en Hong Kong o b) la gente caminaba a mi misma velocidad, rápido.
Luego de observar el mismo patrón en el metro, en la calle, y en los centros comerciales, confirme que la opción correcta era la segunda… la gente camina igual o mas rápido que yo. Y es que caminar simplemente es la representación mas básica de una parte fundamental de la cultura de Hong Kong y es que CADA MINUTO CUENTA.
No hay tiempo para perder ni para desperdiciar. En Hong Kong la productividad es el Status Quo, lo normal y lo esperado. Admiro de esto que todas las personas están enfocadas en alcanzar más y en menos tiempo. Son efectivos, eficaces y productivos. Cuando primero fui a los Estados Unidos, pensé que ellos eran rápidos, pero ahora que fui a Hong Kong, he visto lo que es el concepto de productividad llevado al 1.000%.
Quien me conoce, se podrá imaginar que me encuentro más que identificada con este sistema cultural… muy yo!
8. Mucho agua caliente y medicina China
Apenas me baje del avión en Hong Kong, las personas que me recogieron me llevaron a comer comida China tradicional y deliciosa. Antes de iniciar la comida nos trajeron a todos un vaso pequeño y un termo que tenia agua muy pero muy caliente. Mi mamá siempre me ha dicho que tomar agua helada es malo, que mejor tome agua al clima. Sin embargo, nunca había escuchado eso de tomar agua hirviendo tampoco.
Como se podrán imaginar, yo que lo pregunto todo, me puse inmediatamente indagar, porque tomaban agua caliente acompañando cada comida. Y por supuesto encontré una buena respuesta que me dejo todo totalmente claro. De acuerdo a la medicina China, la bebidas que se consumen deben ser calientes, ya que es la temperatura más similar a la temperatura interna de tu cuerpo. De tal forma que sea más fácil para tu organismo asimilarlo una vez sean consumidas.
Entendí 100% la explicación, y creo que contribuye significativamente a la salud de los Chinos. ¿Será que también ayuda a que se vean más jóvenes? No lo se, pero lo que si aprendí es que ellos buscan la manera de crea runa armonía del ambiente con el cuerpo, y eso es de admirar.
9. Aportar con voluntariado es una cultura
Durante mi estadía en Hong Kong, la cual fue relacionada principalmente con trabajo, tuve la oportunidad de entrevistar a 50 aspirantes para trabajar con mi empresa The Biz Nation en nuestras oficinas en Cartagena, Colombia. Como cualquier entrevista de trabajo, ellos debían traer su hoja de vida, con soportes, y adicionalmente una propuesta sobre una manera de expandir The Biz Nation a Hong Kong.
Todos los aspirantes fueron extra ordinarios, muy inteligentes y además involucrados en muchas actividades extracurriculares. Hubo algo que me llamo mucho la atención y es que prácticamente TODOS habían estado involucrados en algún tipo de actividad de voluntariado. Entre las organizaciones de las cuales eran parte, se podían resaltar organizaciones con fines educativos, alivio de pobreza, alimentación y beneficios para la tercera edad.
Lo interesante de esta lección tan valiosa que aprendí de mis aspirantes de Hong Kong, es que en todas sus hojas de vida (tienen 18 a 20 años) estaba presente servirle a la comunidad a través de actividades de voluntariado. Eso me dejo flechada, y me encanto. Mas allá de enfocarse netamente en lo académico y lo laboral, desde temprana edad los Hongkoneses son enseñados a aportarle un granito de arena para hacer su ciudad y su comunidad mejor.
10. En PUNTO
No necesitas pasar mas de un día en Hong Kong para darte cuenta de que las 7 en punto, son las 7 en punto, 7:00 , ni un minuto más, ni un minuto menos. Me quede aterrada y gratamente sorprendida de ver el nivel de puntualidad que tienen todos en esta ciudad. Sin duda alguna, es un mínimo común múltiple en los ciudadanos, quienes tanto en sus vidas personales como profesionales viven acorde al reloj.
Es lógico pensar que esta normal social se amarra a la cultura con la cuales son educados desde muy pequeños, cultura la cual persiste a través de los años, y que indiscutiblemente le brinda mucho a la ciudad.
A veces me pregunto, ¿cuán más efectivos seriamos en Latino América o por lo menos en Colombia, si estuviéramos totalmente a tiempo? ¡Creo que sería maravilloso! No solo porque aumentaríamos la productividad, sino porque aumentaríamos el respeto por el tiempo de los demás y por el tiempo de uno mismo.
Aquí terminan mis 10 lecciones
Ahí les deje la reflexión de mi viaje, condensada en 10 lecciones de las cuales todos podemos aprende algo. A nivel cultural, además, me parece que hay varias de estas lecciones que valdría la pena adoptar.
Lo más importante de cada una de estas lecciones es que esta amarrado a la columna vertebral de esta sociedad, que es su cultura. Por supuesto, que la cultura va amarrada directamente a la educación. Y como todo lo mío termina en lo mismo, lo vuelvo a repetir: le educación tiene el poder de cambiar el mundo, es evidente que cambio Hong Kong para bien, y se que tiene el poder de transformar cualquier otra sociedad.
Hasta pronto Hong Kong, gracias por tus enseñanzas, gracias por ser tan espectacular, y por haberme permitido vivir unos días inolvidables. Atesorare tus lecciones cerca de mi corazón por siempre.
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